miércoles, 12 de agosto de 2009

La ventana

La ventana se encontraba entreabierta, era un 4º piso pero aún asi en su interior se vislumbraba una pequeña luz ténue que contrastaba con la noche fria de aquella estrecha calle de nombre impronunciable.

De repente y antes de que me diera tiempo a apagar el cigarrillo que portaba en mis frias y dañadas manos, la luz ténue se apagó dejando aún más triste aquella zona de la urbe donde rebolotean los pensamientos más bajos, quedando sólo a mi cansada vista el antro de la zona, donde en su interior se encontraban los patriarcas de la zona junto a mujeres de vida fácil.

Quizás me faltó valor para acceder a su interior, pero casi prefería esperar y seguir mirando hacia aquella ventana del 4º piso que tanta curiosidad me desataba.

Podría parecer un alma invadida pero mi sed de curiosidad no cesó hasta que, por motivos que mi envejecida mente no acababa de comprender, decidí abandonar el lugar y volver a mis aposentos mientras caminaba y pensaba en aquella maltrecha ventana.

1 comentario:

Iván Cárdenes dijo...

Una redacción muy cuidada. Me gusta el tema que has escogido y la esencia de misterio que le das.
Saludos, te seguiré leyendo.