En este momento me resulta muy difícil pensar en la avalancha, muy difícil, ahora mismo tengo la cabeza llena de una mezcla un tanto explosiva, esta mezcla se compone de: síndrome de guilles de la tourette, rueda fortuna, estados de ánimo peligrosos y mucho de náufrago.
El que manipula las esperanzas en beneficio propio encontrará en mi palabras como avispas y calles como dunas.
Pues la duda sigue en mi cabeza, son muchos pensamientos y cuando las cosas no salen como uno quiere es muy fácil perder la fé; yo ante esta pérdida de fé haré un gran esfuerzo, cosa que no estoy acostumbrado a hacer, y repasaré los mandamientos básicos de mi religión que la verdad son muchos pero el más importante y el que engloba a otros es el de la Avalancha.
El primer mandamiento es Avalancha, que en resumidas cuentas viene a decir que tenemos que luchar con todas nuestras fuerzas hasta la extenuación por conseguir nuestros objetivos, desechando por completo la decadencia y los estados de ánimo peligrosos.
Este es el primer mandamiento que por muy creyente que soy hay veces que no pienso en él, a Bendecida le encanta que lo tenga siempre presente.
Bueno después de escribir todo esto creo que es el mejor momento para aplicar este mandamiento, por todo ello y mucho más una sola palabra ¡¡¡ Avalancha !!!
Bendecida, soy el hombre delgado que no flaqueará jamás.
Pesimismo esperanzador.
martes, 11 de noviembre de 2008
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