Que lejos estoy del suelo donde he nacido,
inmensa nostalgia invade mi pensamiento,
y al verme tan sólo y triste cual hoja al viento,
quisiera llorar, quisiera morir, como Kurt Cobain
de sentimiento.
La decadencia está prohibida
y te estruja fuerte del cuello,
se hace insoportable su presencia
y es que es compañera de cada uno de tus segundos,
picoteando en los ojos del incrédulo,
y hambriento de débiles como tu y como yo...
Bendecida, la mejor medicina para estados de ánimo peligrosos.
domingo, 9 de noviembre de 2008
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